lunes, 9 de noviembre de 2015

Hoy comparto parte de una ‪#‎crónica‬ de Anituy Rebolledo Ayerdi , sobre de un hombre sobresaliente en la arquitectura en ‪#‎Acapulco‬ , a quien debemos la famosa Sinfonía del Mar entre muchas otras obras y construcciones , quizás no le demos el merito y el reconocimiento debido , se trata de :
Arq,Pedro Pellandini Cusi
Pedro Pellandini Cusi es sin duda un pionero de Acapulco a cuya arquitectura tradicional imprimirá aires modernistas. Visita el puerto por primera vez en 1928, cuando ha transcurrido un año apenas de la apertura de la carretera México-Acapulco, y queda prendado del puerto, de su gente y de sus casas de adobe con techumbre de teja roja y frescos corredores. Sus obras por ello tendrán mucho de ese sabor y simplicidad costeñas.
Se cuentan entre ellas el edificio de la benemérita Cruz Roja, en Independencia y Quebrada, ejemplo de funcionalidad en un espacio brevísimo y por muchos años emblemático de los servicios de emergencia en el puerto. La residencia en la Langosta del ex presidente de la República Emilio Portes Gil, también presidente de la Junta Federal de Mejoras Materiales de Acapulco. Introdujo en ese tiempo el agua al puerto procedente de los manantiales de El Chorrro, en Coyuca de Benítez, sistema todavía en operación.
También los hoteles Condesa y Riviera así como el Motel Acapulco, el primero en su tipo. En materia de arte urbano el obelisco a Morelos, en Las Hamacas, el espectacular y siempre desperdiciado auditorio Sinfonía del Mar. Y, por supuesto, su propia casa en la avenida Inalámbrica, en la que reinterpretará la arquitectura vernácula con ideas modernas.
Objeto de singular orgullo para don Pedro era su trabajo, junto con el arquitecto Jorge Madrigal Solchaga, en la cúpula monumental de la catedral de N.S. de la Soledad, colaborando con el autor del proyecto, el arquitecto Federico Mariscal.
Cachún cachún
Carácter, disciplina y responsabilidad serán algunas de las muchas prendas de nuestro hombre nacido en el seno de una familia porfirista de la ciudad de México. Las había fraguado desde muy joven cuando, para alejarlo de las convulsiones de la época, fue enviado a estudiar durante cuatro años a la academia militar de Allen, Texas, y cursar más tarde su primer año de bachillerato en Nueva Orleans.
Reinsertado a su ciudad, continuará sus estudios en la histórica Preparatoria de San Idelfonso, donde le tocará la creación de la tradicional porra universitaria del ¡Cachún, cachún, rá rá rá! … ¡Goya… Universidad!. (El Goya alude al nombre de un cine en la calle del Carmen, cuyo portero era arrollado por una frenética turba estudiantil cuando exhibían alguna película para adultos). Hombre culto, sin duda, era un lector ávido con amplio dominio de los idiomas inglés, italiano y francés.
El joven Pellandini cursa sus estudios profesionales en la escuela Nacional de Arquitectura en la Academia de San Carlos y se titula en enero 1940, desarrollando su tesis en el mirador de la carretera México-Cuernavaca, donde concibe un restaurante con un excelente diseño. Un mes más tarde toma la decisión de viajar de nuevo a Acapulco, esta vez para quedarse.
Los portales
Apenas asentado en el puerto, el impetuoso joven se involucra en la problemática urbana de Acapulco. Propone con éxito al presidente municipal, coronel Domingo Cuevas Luna, la obligatoriedad de portales para las edificaciones de la plaza Álvarez, como ya los tenía la calle Carranza. Recibe más tarde su registro como primer perito constructor de Acapulco y participa en 1942 en la solución de un problema de los constructores locales, boicoteados por los materialistas. Encabeza una comisión que entrevista al gobernador Rafael Catalán Calvo, logrando destrabar el conflicto.
Don Pedro se significará durante su vida como animador de instituciones gremiales cuyos fines sean la superación y la ética profesionales. Será fundador de varias de ellas. Participará en el comité de estudios para redactar el primer reglamento de construcción de Acapulco, integrará el Consejo Técnico Municipal y presidirá el Comité del Catálogo de atractivos turísticos de Guerreo, entre muchos.
Ritcher y Mercalli
No hablar de sismología en un apunte biográfico de Pedro Pellandini Cusi sería un despropósito. Tal ciencia, en efecto, fue otro de sus grandes amores a la que dedicó tiempo, esfuerzo y dinero para convertirse en el hombre que más sabía sobre ella en Acapulco. No en balde fue custodio en su domicilio durante 30 años del sismógrafo de la UNAM y por lo mismo la única fuente autorizada para informar a los medios sobre las características de los movimientos telúricos.
Los periódicos, la radio y la televisión tenían con él el reporte oportuno y certero sobre los fenómenos afectando al puerto y a la región. El negaba cualquier autoridad en la materia bromeando que el éxito de sus predicciones, por ejemplo, debía acreditarse a Ritcher y Mercalli: dos perritas french poodle que se anticipaban a un movimiento telúrico ladrando de una manera singular y moviendo la colita. ‪#‎AntiguoAcapulco‬‪#‎Arquitectura‬ #Acapulco fuente : http://guerrerocultural75.blogspot.mx/…/constructores-de-ac…


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